La Custodia del Mal

Tengo dentro algo que ocultar.
Su apetito genera miedo,
cada vez que me habla es para saciar.
Su deseo de autoridad
contorsiona mis emociones,
empodera el anhelo de controlar.

La empatía no tiene lugar
en la quimera de su realidad.

Tuve tiempo para construir una celda
para esta bestia,
pero estoy predispuesta a sucumbir.
No sé si opondría resistencia si
tuviera la oportunidad.

Quizá lo pudiera utilizar...
Si pienso esto es para recelar.

No he sido la única que
custodió esta prisión.
Muchos otros cedieron antes que yo.
No he sido la única que
tuvo la tentación.
¿Cómo puedo ser mejor?