Medallas

Déjame, no endulces lo que no está bien
No habrá piedad si buscamos la verdad.

Tanto consentido suelto, que me siento estúpido al dudar.
Aunque me alaben detesto que se forme un ejército detrás.

Cuestióname, no me concedas el duelo.
Alíviame, demuestra que eres sincero.

Las medallas nunca te sentaron bien,
hunde más el oro prendido a tu piel.

Muéstrame cuál es el camino hacia el vergel.

En soledad, suelta ya la vanidad y aprende a callar

Cuestióname, no me concedas el duelo.
Alíviame, demuestra que eres sincero.

Las medallas nunca te sentaron bien,
hunde más el oro prendido a tu piel.
Terreno de labranza que en el tiempo queda duro,
aun hay esperanza si bailamos hoy.