Sabuesos
No quiero saber de vosotros,
el olor a rancio me llega hasta aquí.
¿Cómo no distinguís a la quimera?
¿Vale más un sermón que un intercambio fabril?
No quiero taparme la boca,
ni bajar la cabeza ante la necedad.
¿Cuándo me arrojaréis a los leones?
No olvidéis que el rencor puede romper el redil.
He tenido la tentación de callarme y poder encajar.
No tenéis rival en marcar al sabueso que no quiere cazar.
Descubrí que la verdad nunca es inerte,
y empecé a veros como un ente vulgar, que se deja viciar.
Esta lid por vencer a los de enfrente
no hace más que avivar este fuego mortal que nos va a devastar.
He tenido la tentación de callarme y poder encajar.
No tengo rival en marcar al sabueso si solo quiere cazar.